El lado oscuro de los alimentos light.
- Mariana Contreras
- 17 sept 2018
- 2 Min. de lectura
Los productos light tienen como premisa publicitaria el ser bajos en calorías, pero científicamente, ¿será cierto?

Expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, el Instituto Culinario de Estados Unidos y la publicación médica WebMD señalan que la comida que se vende como baja en grasa o libre de esa sustancia, suele tener en su composición mayores cantidades de sal, azúcar y almidón.
Menos grasa + azúcar y/o sal:
Cuando grasa del producto se reduce, también se pierde parte del sabor. Por esta razón, y para compensar, se añaden otras sustancias como sal y azúcar, por lo tanto una menor cantidad de grasa no implica que el producto sea más saludable. En este sentido, el hecho de que un producto sea bajo en grasa no asegura que sea saludable.
El estudio determinó que el someterse a una dieta donde los productos light predominen, aumenta los triglicéridos y disminuye el colesterol bueno.
Los productos light contienen muchisímos aditivos los cuales pueden desarrollar fallo renal, los aditivos son sustancias (principalmente obtenidas en un laboratorio) que se utilizan durante el procesamiento de un producto alimenticio para darle determinado valor nutrimental o propiedad. Estos ingredientes modifican las características organolépticas para, por ejemplo, aromatizar un yogurt, acentuar el color de una mermelada, endulzar un refresco light o mejorar un proceso de conservación.
Estos componentes químicos están presentes en altas cantidades en los productos light como saborizantes, endulzantes (edulcorantes), colorantes, emulsificantes y conservadores. Algunos de los más utilizados son: sacarina, aspartame, conservadores de sodio (benzoato de sodio, ciclamato monosódico, glutamato monosódico), ácido benzoico, goma, ceras y almidón de maíz.
El riñón se sobrecarga cuando se abusa en el consumo de aditivos, ya que estas sustancias no son naturales; fueron creadas para dar mejor sabor, olor, color o consistencia, pero el organismo no puede procesarlas por completo porque no está capacitado para ello. Por ello, quienes los ingieren regularmente están más expuestos a sufrir daño renal que quien los toma de vez en cuando.
Diversos estudios demuestran que consumir de manera constante productos que sean bajos en grasa o light NO facilita la pérdida de peso.
Algunos estudios han revelado que quienes realizan dietas con una cantidad de grasa moderada, o incluso elevada pierden más peso que quienes recurren a dietas bajas en grasa.
El mantener una dieta constante en alimentos light, puede aumentar los triglicéridos y disminuir el colesterol bueno.
Los productos light pueden incrementar el peso tanto como los carbohidratos si nos excedemos de las calorías que tenemos que tomar al día. Por ejemplo, el queso cheddar light es un 40% menos calórico que el normal, pero aún así por cada 100g aporta un total de 289kcal.
Debido a que las personas piensan que los alimentos light son bajos en grasa, se consumen en exceso elevando las calorías totales diarias, es preferible consumir una sola porción del alimento bajo en grasa o light para evitar un aumento en las calorías y el azúcar adicional.
Lo que se puede resumir es que los alimentos light no son sanos, no ayudan a la perdida de peso, sino todo o contrario y en exceso son perjudiciales para la función renal.
Los alimentos naturales son los mejores, hay que preferir los naturales siempre.
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